“LA UNICA DERROTA EN
NUESTRO CAMINO ES CEDER A LAS DIFICULTADES”
UN HECHO HISTÓRICO
PARTIDO COLORADO
Tiene sus orígenes en los
enfrentamientos entre los líderes de la independencia de 1825. En 1836 se enfrentan los partidarios del presidente Manuel
Oribe y el grupo
que apoya a Fructuoso
Rivera (presidente
entre 1830-1834). En la batalla de Carpintería surgen los colores de las divisas que posteriormente identifican a
cada grupo político.Partido Blanco,los partidarios de Oribe y Partido
Colorado los de
Rivera, lo cual conforma un bipartidismo que dura hasta fines del siglo XX.
Desde 1865 a 1959 el Partido Colorado ocupa sucesivamente la Presidencia de la República. Históricamente los
colorados representaban los intereses de los grupos populares urbanos de la
ciudad de Montevideo, grupos
de inmigrantes y la apertura a lo europeo. Mientras que sus contrincantes
históricos, los blancos, tenían su base en el medio rural (interior del
Uruguay) y los intereses del pueblo llano y de los terratenientes.
Con la elección de José Batlle y Ordóñez en 1903 empieza un vanguardista programa de reivindicaciones sociales (la cuestión
social) y económicas (desarrollo de empresas estatales) que democratizan
y garantizan cierto nivel de participación de la oposición blanca y la creación
de un estado de bienestar y laico.
PARTIDO NACIONAL
Al igual que el Partido Colorado, su
origen se remonta al momento de la creación del Estado uruguayo. Reconoce como
su fundador al general Manuel
Oribe, y a Aparicio
Saravia como su
idealista. La creación del Partido Nacional se remonta al 10 de agosto de 1836
cuando el entonces presidente Manuel Oribe decreta el uso de la divisa blanca
con la inscripción "Defensores de las Leyes", en la batalla de
Carpintería Oribe se enfrenta al ejército revolucionario del Gral. Fructuoso
Rivera y para distinguirse
entre los bandos se usaron divisas de colores. El bando nacionalista utilizó
divisas blancas con el lema "Defensores
de las Leyes", y de ahí surge la denominación de "blancos" a
los pertenecientes al Partido Nacional.
El Partido Nacional se identifica
con el pensamiento liberal en Uruguay, el cual surgió en el siglo XIX como una
reacción al estatismo y mercado
intervenido promovido principalmente desde los gobiernos de Montevideo, y en el
siglo XX como una reacción contra el proyecto reformista y benefactor que
personificó el batllismo a
lo largo de décadas.
De esa rivalidad surge, hoy, en
defensa de la democracia en la república que estos partidos supieron construir,
aún fuera del gobierno, una actitud digna de todos los caudillos blancos y
colorados, digna de un pueblo que ve a su país cada vez más disminuído en su
potencial, piensan en juntar fuerzas y civilizadamente y en el más puro proceso
democrático, como el voto, unirse para desalojar a la fuerza comunista que administra
hoy el gobierno municipal de Montevideo.
Somos muchos los que temimos por perder nuestra identidad, pero esto es un enfrentamiento contra la Gran Mentira, como la llamo yo a esta seudo democracia dominada por una izquierda que ni siquiera tiene su propia identidad, entonces entiendo que hay que realizar algo y urgente.
No perderemos nuestra identidad, al contrario, elevaremos a la cima nuestra lucha contra la injusticia y la mentira.
Coalición, acuerdo, alianza, lo que sea, podemos estar de acuerdo o no.
Soy un manifiesto radical del batllismo ortodoxo, el de Don Pepe Batlle y Arena.
Los viejos caudillos quizás o sin quizás estarían diciendo que es el gran disparate,que no podemos apartarnos de lo que siempre pregonamos, de nuestra ideología sin ningún matiz agregado, venga de donde venga, pero los tiempos han cambiado.
Estamos invadidos, hemos sido engañados y violados en nuestra democracia que tanto costó volver a reconquistarla y no podemos, con un gobierno populista de fantasía, renunciar a los logros de esos viejos caudillos precisamente.
Hoy nos enfrentamos a las administraciones más incapaces de los últimos
tiempos, el partido comunista, casi compartiendo el poder siendo la minoría de este collage que gobierna, se ha apoderado de centros de poder con un magro resultado en sus gestiones.
Hay que sacarlos y enviarlos donde deben estar, a la oposición, de donde nunca deberían haber salido, pero el pueblo uruguayo es muy generoso y hasta ingenuo muchas veces y la oportunidad la tuvieron, pero hoy han perdido la brújula.
Si tenemos que hacerlo, lo haremos, pero a costo de qué ? de estar seguros como ciudadanos, de tener una política de salud justa y profesional, de practicar una economía transparente, cierta y sin maquillajes, gozar de una educación que sea el verdadero derecho al que tenemos, para que nuestros hijos y nietos puedan heredar un Uruguay con personalidad y soberano, de tener trabajos dignos, de practicar una política exterior donde podamos volver al país serio y responsable que fuimos, en una palabra, volver a una nación fuerte y respetada.
Empezamos por Montevideo, pero quizás los otros centros de poder también requieran de este proceso histórico, sin duda alguna.
Por Daniel Bilinis Arena
Para Vamos Paysandú con Water Verri
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